La parcela se encuentra en pleno ensanche de Barcelona, concretamente en el número uno de la Avenida Gaudí, el chaflán más cercano a la Sagrada Familia.

La Avenida Gaudí fue concebida originalmente por el arquitecto y urbanista francés León Jaussely en 1907, con la idea de comunicar el templo de la Sagrada Familia con el Hospital de Sant Pau, ofreciendo una de las visuales más características propuestas por Gaudí para el templo.

Su trazado se realiza dividiendo por la diagonal cuatro manzanas del ensanche, resultando así ocho medias manzanas triangulares con sus correspondientes dieciséis chaflanes.

Estos chaflanes se caracterizan porque dos de sus fachadas principales forman un ángulo de 45 grados, la de la Avenida Gaudí, con la de la calle que intersecta, y unidas a su vez por una fachada en el chaflán perpendicular a la bisectriz. Como resultado, estos chaflanes tienen una planta totalmente simétrica a excepción del que nos ocupa, que tiene otra forma seguramente para ampliar la visual de la Sagrada Familia.

Nuestra propuesta parte de la geometría ortogonal a la medianera que da lugar a cinco módulos: dos de salón comedor-cocina y tres de dormitorios, cada uno con su terraza triangular. Además esta geometría nos permite orientar las ventanas de la Avenida Gaudí para buscar las visuales del templo.

La composición de las fachadas surge como consecuencia directa de la modulación en planta y de sus terrazas triangulares.
En cuanto a la materialidad, una retícula metálica de color bronce que enmarca las terrazas y contiene barandillas y celosías, junto con unos paños de piedra natural caliza en modulación horizontal, en referencia a los almohadillados característicos de los edificios novecentistas del ensanche.

Esta modulación nos permite plantear la posibilidad de una construcción industrializada, conllevando un menor tiempo de ejecución de obra, minimizando las molestias en un entorno muy visitado.